COVID-19 /

DIFUSIÓN Y COMUNICACIÓN DE LA CIENCIA

La pandemia de COVID-19 está poniendo de mayor relieve la evolución que la difusión y la comunicación de la ciencia ya llevan tiempo experimentando. Tanto la ciencia como su difusión están viviendo un punto de inflexión y algunos de los cambios que se observaban en los últimos años se están acelerando y están ganando relevancia con la cobertura informativa del nuevo coronavirus.

Para entender estos cambios hay que saber de qué manera se difunde la ciencia. En el ámbito profesional, una de las principales formas que tiene la comunidad investigadora de dar a conocer su trabajo es la publicación de artículos científicos, que describen en revistas científicas las investigaciones y sus resultados. Estos artículos, que se publican en revistas de diferente prestigio, son revisados y evaluados por otros investigadores antes de salir a la luz, proceso que se conoce como ‘revisión por pares’ o ‘peer review’. Esta es una de las características del método científico, un consenso profesional que también obliga a que los resultados de una investigación sean reproducibles para considerarlos como válidos.

Una vez publicados en revistas científicas, para acceder a los artículos científicos la comunidad investigadora debe pagar tasas. En las últimas décadas está cobrando relevancia el ‘Open Access’ o ‘Acceso Abierto’, un movimiento que promueve un acceso libre y sin restricciones a la información producida por los investigadores, así como su reutilización. Este concepto trata de cambiar el modelo establecido, en el que la comunidad investigadora no siempre tiene un acceso fácil y gratuito al trabajo de sus colegas. Al respecto, la existencia de repositorios de los llamados ‘preprints’ -artículos científicos que aún no han sido revisados ni publicados en una revista científica- supone otro factor en la ecuación de la difusión de la ciencia.

Otra de las maneras de comunicar ciencia entre los propios científicos es la celebración de congresos y reuniones, en las que cada especialidad reúne a sus científicos para presentar resultados de investigaciones, exponer los últimos avances en su campo y debatir temas de actualidad. La pandemia ha provocado que muchos se suspendan o retrasen, y está haciendo aflorar alternativas virtuales. Por otro lado, las redes sociales y todas las opciones que da Internet (foros científicos, blogs…) son otras vías utilizadas actualmente por los científicos para dar a conocer su trabajo; estas herramientas también están siendo protagonistas en los últimos meses.

En cuanto a la difusión de la ciencia a la sociedad, los medios de comunicación tienen un papel muy relevante. Tanto los medios especializados en cuestiones científicas -que se dedican sólo a tratar la ciencia- como los denominados generalistas -que tienen secciones concretas en las que hablan sobre ciencia- tienen la responsabilidad de contar a la sociedad los avances y debates científicos de manera veraz. El interés sanitario, social, político y económico, unido al crecimiento de los contenidos científicos, está provocando que la ciencia gana mucho espacio y tiempo en los medios.

Por su parte, la divulgación científica es un ámbito cuya presencia e importancia ha crecido en los últimos años. Muchos científicos y expertos en ciencia dedican parte de su tiempo y trabajo a explicar su labor a la ciudadanía utilizando diversos métodos que, aunque tienen cosas en común con la comunicación y el periodismo, cuentan con sus propias reglas y dinámicas. Al igual que en la comunicación de la ciencia entre profesionales, cuando se trata de llegar a la sociedad a través de la divulgación, las redes sociales e internet pueden tener un papel fundamental, como se está demostrando en los últimos meses.

Es importante la labor de las Unidades de Cultura Científica, que están presentes en la mayoría de universidades y organismos públicos de investigación, en las que profesionales de la comunicación trabajan con los científicos para dar a conocer la investigación de sus centros y hacer una labor de divulgación social de la ciencia.

También merece la pena conocer el concepto de ciencia ciudadana, que parte de la generación y desarrollo de una mayor cultura científica entre la sociedad para implicar directamente a las personas en el propio desarrollo de la ciencia.

Son muchos los factores que, tanto de forma individual como conjunta, están siendo protagonistas en esta crisis, y muchos de ellos están relacionados con la agilidad, la rapidez y la inmediatez en la comunicación.

  • El debate en torno al modelo de publicaciones y revistas científicas, el movimiento de ‘Open Access’ para que la información científica sea más accesible,  y la forma en la que se escriben, evalúan, revisan y publican los artículos científicos, están protagonizando cambios en la comunicación ‘profesional’ de la ciencia.
  • La proliferación de artículos en forma de ‘preprint’, que no han sido revisados por la comunidad científica y necesitan de evaluación y confirmación, puede ser un arma de doble filo: su posible utilidad para la ciencia contrasta con la complejidad de difundirlos a la sociedad.
  • La suspensión de los clásicos congresos y reuniones científicas, debido a la necesidad de confinamiento y distancia física, genera nuevas formas de relación y formación científica basadas en alternativas digitales y online.
  • La influencia de los medios de comunicación es determinante, con importancia de factores como la crisis del negocio, la especialización de los periodistas, la precariedad laboral y la revolución digital.
  • El modo en que los científicos, los medios de comunicación y la ciudadanía difunden los avances científicos tiene en las redes sociales una herramienta clave ya consolidada. Los datos ‘vuelan’ y su análisis es cada vez más complejo.
  • La desinformación, la infoxicación y la amenaza de las noticias falsas afectan cada vez más a todos los actores de la comunicación científica. El coronavirus está siendo el mejor ejemplo.
  • La divulgación científica, cada vez más extendida entre los investigadores, el periodismo y la sociedad, reclama un lugar destacado. La ciencia y sus mecanismos de difusión deben cuidar que la presencia de creadores de opinión mantenga estándares de calidad, veracidad e independencia política o ideológica.
  • La ciencia está ganando protagonismo social, aunque la cultura científica de la sociedad no va a la par.
  • La ciencia ciudadana, que busca implicar más a las personas en investigación y que lleva años desarrollándose, podría encontrar nuevas oportunidades tras esta crisis.

El nuevo coronavirus y la enfermedad COVID19 pueden ser el desencadenante de una nueva época de cambio en la comunicación científica. 

Consulta el informe científico sobre "DIFUSIÓN Y COMUNICACIÓN DE LA CIENCIA".